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PAYSANDU, Uruguay, 5 de mayo de 2010 (IPS) - Los apicultores del pequeño país sudamericano de Uruguay enfrentan el cambio climático y una compleja red de problemas que amenazan sus medios de vida.
En los últimos años, las sequías prolongadas seguidas de inundaciones han agravado los altos costos del combustible, un dólar debilitado que ha perjudicado la competitividad de los exportadores locales, un aumento en el área sembrada con soja transgénica y el uso creciente de pesticidas y herbicidas que representan una amenaza para las colmenas.
Liliana Rodríguez, psicóloga de profesión, se dedica a la cría de abejas desde los 20 años. Eso fue hace tres décadas, cuando conoció a su esposo, quien trabaja como apicultor desde los 16 años. Abuelos ahora, han criado miles de colmenas. en diferentes campos alrededor de este pequeño país de 3,3 millones de habitantes ubicado entre Brasil y Argentina.
“Todo empezó cuando conocí a Ignacio”, dijo Rodríguez a IPS. “Ambos teníamos trabajos - él trabajaba en una agencia inmobiliaria y yo estaba en ANCAP (la petrolera estatal) - pero nuestro sueño era montar un negocio de apicultura mientras criamos una familia.
"En ese momento, la naturaleza era estable y las proyecciones de producción de mi esposo siempre estaban exactamente en el objetivo", dijo. “Ese fue el mejor indicador que tuve en los últimos 30 años. Hasta que la naturaleza empezó a cambiar, en sentido negativo. Con el paso de los años, mi esposo ya no podía predecir con precisión cuántos kilos de miel recolectaríamos ”.
Estudios científicos pronostican que en los próximos 10 a 15 años, el clima en Uruguay comenzará a pasar de subtropical a tropical, lo que afectará la producción agrícola y, por ende, la economía, que se basa en gran medida en las exportaciones agrícolas.
Como resultado de los cambios climáticos que ya se han visto, la producción promedio de miel por colmena, que venía creciendo, comenzó a estabilizarse, al punto que “tuvimos que tomar la decisión de reducir el número de colmenas, por la reducción de la relación costo-beneficio ”, dijo Rodríguez.
Agregó que "en esos terribles cinco años", ella y su esposo tuvieron que vender activos adquiridos durante años de apicultura "para mantener vivo nuestro preciado negocio".
Los efectos del cambio climático están amenazando a toda la industria apícola en Uruguay y las divisas que genera.
